Esta infección es la forma más peligrosa de la enfermedad y puede resultar mortal. En la malaria por Plasmodium falciparum (fiebre terciana maligna), los glóbulos rojos infectados a menudo se pegan a las paredes de los vasos sanguíneos pequeños, los obstruyen y lesionan varios órganos, en especial el cerebro (malaria cerebral), los pulmones, los riñones y el sistema gastrointestinal.
En la malaria por Plasmodium falciparum puede producirse una acumulación de líquido en los pulmones y causar problemas respiratorios graves. El daño a los órganos internos puede provocar un descenso de la presión arterial.
La infección es causada por Plasmodium falciparum, una de las cinco especies de parásitos de la malaria.
Entre las posibles compicaciones se incluyen:
Algunos de los exámenes que pueden ser solicitados para el diagnóstico son:
Los tratamientos que se administran habitualmente por vía oral son:
Los medicamentos que se desarrollaron a partir de la artemisinina (como arteméter y artesunato) se utilizan actualmente en todo el mundo para tratar la malaria por Plasmodium falciparum. La artemisinina deriva de una hierba medicinal china denominada quinghaosu, que se obtiene a partir de la planta del ajenjo dulce. Algunos se administran por vía oral y otros mediante inyecciones o supositorios. Ninguno permanece en el organismo durante el tiempo suficiente para ser utilizado para la profilaxis de la malaria. Sin embargo, estos fármacos son útiles para el tratamiento, ya que actúan con mayor rapidez que otros fármacos contra la malaria y son bien tolerados en general. Se les administra un segundo fármaco para prevenir la aparición de resistencias a los fármacos. Una de estas combinaciones de fármacos es la combinación de arteméter y lumefantrina (administrada en un único comprimido). Esta combinación se utiliza en todo el mundo y está disponible en Estados Unidos.
Cuando no hay complicaciones, la malaria debida a Plasmodium falciparum puede tratarse con la combinación de atovacuona y proguanil.
Antiguamente se utilizaba de forma generalizada la combinación de quinina más el antibiótico doxiciclina o en ocasiones clindamicina, pero la combinación artémeter-lumefantrina o atotovacuona-proguanil presenta menos efectos secundarios. Estas combinaciones de fármacos han sustituido en gran medida a los tratamientos que contienen quinina.
La mefloquina administrada en dosis más altas que las recomendadas para la profilaxis es una alternativa, pero no se utiliza a menos que no haya otras opciones disponibles, ya que puede tener efectos secundarios psiquiátricos graves. Además, la resistencia está bien documentada en el sudeste de Asia y algunas otras zonas.
Si la persona afectada sufre malaria grave debida a Plasmodium falciparum o bien no puede tomar fármacos por vía oral, se le puede administrar quinidina más doxiciclina o clindamicina por vía intravenosa. Las personas tratadas con quinidina deben ser monitorizadas en una unidad de cuidados intensivos, porque la quinidina administrada por vía intravenosa puede causar bajadas de la presión arterial y arritmias. Existe una forma intravenosa de artesunato (disponible en el Centro para el control de enfermedades, CDC por sus siglas en inglés) que actúa más rápidamente y se tolera mejor que la quinidina. Cuando se administra artesunato por vía intravenosa, también se administra atotovacuona-proguanil o doxiciclina, a menos que se trate de una mujer embarazada. Si la persona afectada está embarazada, se le administra clindamicina en su lugar. Cuando la persona mejora, se cambia el tratamiento a uno administrado por vía oral.
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